El Coipo, no es Nutria ni Castor

El coipo es un mamífero roedor nativo de Sudamérica. Habita al sur de Brasil, Uruguay, Paraguay, Bolivia, Argentina y Chile. Debido a que su piel es muy apreciada para la confección de abrigos, se ha introducido en varias zonas del hemisferio norte para la explotación peletera y los ejemplares escapados han originado colonias prolíficas que afectan no muy bien al medio ambiente local donde se han establecido. Es por ello que no sólo está clasificada como una especie no amenazada y de preocupación menor por la UICN, también está listada como una de las «100 especies exóticas invasoras más dañinas del mundo».

Su nombre científico es Myocastor coypus. Se lo conoce con otros nombres como coipú, quiyá (en Paraguay), nutria roedora, rata-nutria. A pesar de que el coipo no es una nutria, su leve semejanza de hábitos a la nutria europea y la existencia de intereses comerciales de vender su piel como «piel de nutria», hicieron que se fomentara este apelativo de «nutria» para referirse a este animal (en especial en Argentina).

Físicamente, el coipo se parece al castor (aunque no son parientes cercanos), sin embargo su cola es similar al de una rata.  Vive permanentemente cerca del agua, en la orilla de ríos, lagunas, esteros y en cualquier humedal donde exista abundante vegetación y pueda alimentarse de plantas acuáticas, raíces y frutos. A diferencia del castor, el coipo no construye diques ni tala árboles (aunque sí corta juncos y totoras con sus dientes para alimentarse ya que, como todo roedor, tiene incisivos en constante crecimiento). Es un excelente nadador y buceador, de hábitos nocturnos y crepusculares. Construye cavernas con extensas galerías en terrenos altos junto al agua, para habitar.

El coipo presenta una alta tasa reproductiva con dos o tres camadas al año. La gestación dura 19 semanas y pare entre 5 y 6 crías; pudiendo aparearse en cualquier época del año. La cópula ocurre en el agua.

*Fotografías tomadas en el Buin Zoo en el año 2011.

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